Friday, April 11, 2014
El día que los curas no pasaron el examen
El pasado 5 de febrero, el Comité de la
ONU sobre los Derechos del Niño presentó las observaciones a los Estados que
fueron evaluados durante su última sesión y expuso además las recomendaciones
para mejorar la situación de la infancia e incrementar las garantías de
protección a los menores. Los países examinados fueron Alemania, Rusia,
Portugal, Yemen, República del Congo y la Santa Sede.
De acuerdo con su sitio web, el Comité
de los Derechos del Niño es el órgano de expertos independientes que
supervisa la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño por sus
Estados Partes. El Comité también supervisa la aplicación de los dos
protocolos facultativos de la Convención, relativos a la participación de niños en los
conflictos armados y
a la venta de niños, la prostitución
infantil y la utilización de niños en la pornografía.
En el caso del Vaticano y de los
constantes casos de pederastia en que se ven envueltos sacerdotes católicos, la
presidenta del Comité, Kristen Sandberg, afirmó: “La Santa Sede
sistemáticamente ha puesto la preservación de la reputación de la Iglesia y la
protección de los autores de los abusos por encima del mejor
interés de los menores. La Iglesia ha impuesto un código de silencio a los
niños y la presentación de informes a las autoridades policiales y judiciales
nacionales nunca ha sido obligatoria”.
Como ustedes recordarán (Francisco y los
pederastas, Río Doce 28-VII-2013), el Estado Vaticano fue promotor de la
Convención de los Derechos del Niño, además de que la firmó y ratificó. No
obstante, el Vaticano no ha cumplido cabalmente con los informes periódicos que
le requirió el Comité a cada Estado firmante.
Sin embargo bajo la rectoría del Papa
Francisco, para este periodo de sesiones del Comité, la Santa Sede presentó su
segundo reporte periódico además de un pliego con respuestas por escrito a una
serie de tópicos que le habían sido planteados por el propio comité. Mientras
que estas acciones son positivas sin lugar a dudas, la tardanza en presentarlas
evitó durante catorce años que la ONU revisara la implementación de la
Convención de los Derechos del Niño por el Vaticano.
El Comité sobre los Derechos de los
Niños reconoció la buena voluntad de la Delegación Vaticana para promover el
cambio de actitudes y prácticas y se mostró complacido por las medidas
legislativas tomadas por la Santa Sede, así como por la creación de la Comisión
Pastoral para la Protección de Menores en diciembre del año pasado.
Por otro lado, el Comité expresó “su
profunda preocupación por los abusos sexuales de menores cometidos por miembros
de la Iglesia Católica que operan bajo la autoridad de la Santa Sede, ya que
clérigos estuvieron involucrados en el abuso sexual de decenas de miles de
niños en todo el mundo. El Comité está gravemente preocupado porque la Santa
Sede no ha reconocido la gravedad de los crímenes cometidos, no ha tomado las
medidas necesarias para hacer frente a los casos de abuso sexual infantil ni
para proteger a los niños, y ha adoptado políticas y prácticas que han dado
lugar a la continuidad del abuso y la impunidad de los perpetradores” (punto 43
del informe).
En virtud de esta problemática, la ONU
requiere a la Santa Sede para que:
1.
Se
asegure de que la Comisión Pastoral para la Protección de Menores investigue en
forma independiente todos los casos de abuso sexual de menores, así como la
conducta de la jerarquía católica en relación con ellos.
2.
Remueva
de sus puestos, inmediatamente, a los abusadores de niños, comprobados o
sospechosos, y los ponga a disposición de las autoridades encargadas de la
persecución de los delitos.
3.
Disponga
la apertura de los archivos que puedan ser empleados para acreditar la
responsabilidad de los abusadores, así como de quienes ocultaron estos delitos
e intencionalmente pusieron a los agresores en contacto con niños.
4.
Reforme
la ley canónica para que el abuso sexual de menores sea considerado un crimen y
no un delito grave contra la moral (artículo 6 de la Normae de gravioribus
delictis).
5.
Establezca
reglas claras, mecanismos y procedimientos para la denuncia obligatoria de
casos de abuso sexual infantil.
6.
Se
asegure de que todos los sacerdotes, personal religioso o individuos que
trabajen bajo la autoridad de la Santa Sede, estén conscientes de su deber de
reportar tales casos, incluso si las normas canónicas establecen otra cosa.
7.
Desarrolle
políticas para la prevención de estos crímenes.
8.
Genere
programas educativos preventivos dirigidos hacia los niños, para aumentar la
conciencia sobre el abuso sexual y les enseñe a desarrollar las habilidades
necesarias para protegerse a sí mismos.
9.
Considere
ratificar la Convención sobre la Protección de los Niños contra la Explotación
y el Abuso Sexuales del Consejo de Europa.
La respuesta oficial del Vaticano fue
que examinará profundamente las conclusiones del informe del Comité, aunque
lamentó ver en algunas observaciones “un intento de interferencia sobre
las enseñanzas de la Iglesia Católica acerca de la dignidad del ser humano
y el ejercicio de la libertad de credo”.
¿Cómo la ves paisano? A como están las
cosas más vale que los niños se organicen unas auto-defensas.
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